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Document 52008IE1675

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema La reestructuración y evolución del sector de los electrodomésticos de gama blanca en Europa y su incidencia sobre el empleo, el cambio climático y los consumidores

DO C 100 de 30.4.2009, p. 72–76 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

30.4.2009   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 100/72


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «La reestructuración y evolución del sector de los electrodomésticos de gama blanca en Europa y su incidencia sobre el empleo, el cambio climático y los consumidores»

2009/C 100/12

El 17 de enero de 2008, el Comité Económico y Social Europeo decidió, de conformidad con lo dispuesto en el apartado 2 del artículo 29 de su Reglamento Interno, elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema:

«La reestructuración y evolución del sector de los electrodomésticos de gama blanca en Europa y su incidencia sobre el empleo, el cambio climático y los consumidores».

La Comisión Consultiva de las Transformaciones Industriales, encargada de preparar los trabajos del Comité en este asunto, aprobó su dictamen el 10 de septiembre de 2008 (ponente: Sra. DARMANIN; coponente: Sr. GIBELLIERI).

En su 448o Pleno de los días 22 y 23 de octubre de 2008 (sesión del 22 de octubre de 2008), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 86 votos a favor y 2 abstenciones el presente Dictamen.

1   Conclusiones y recomendaciones

1.1   El CESE considera que la fuerza del sector europeo de los electrodomésticos (1) radica en su capacidad para fabricar productos sostenibles de alta calidad; esta fuerza debe mantenerse y ampliarse mediante una política europea adecuada basada en el esfuerzo continuado y en la mejora de la innovación tecnológica, así como en una actividad continua de formación para aumentar las cualificaciones de los trabajadores. Dicha política debería impulsar el desarrollo de electrodomésticos eficientes en el consumo energético, con una mayor capacidad de reciclaje. Debería reducirse al mínimo el impacto global en el medio ambiente, tomando como base un análisis del ciclo de vida.

1.2   El CESE cree firmemente que la legislación de la Unión Europea podría tener una influencia directa sobre la competitividad del sector, sobre todo a través de la propuesta relativa a la extensión de la Directiva sobre diseño ecológico y la propuesta de revisión del Reglamento sobre la etiqueta ecológica, que tendría como resultado una mayor eficiencia energética y la reducción de las emisiones de CO2. El objetivo sería reducir la amenaza y la tendencia a la deslocalización industrial fuera de Europa, la pérdida de empleo y el riesgo de reducir el interés de los consumidores.

1.3   La vigilancia del mercado es importantísima para salvaguardar la industria europea y los trabajadores de la misma, así como el interés de los consumidores y el medio ambiente. La vigilancia del mercado debería efectuarse a través de las medidas siguientes:

puesta a disposición de más recursos por parte de los Estados miembros y de la UE (2) para realizar una verificación más estricta del cumplimiento por los productos de las normas y la legislación del mercado único europeo, en particular en lo que se refiere a los productos importados;

erradicación de la competencia desleal y del «dumping». Las medidas «antidumping» deberían estudiarse cuidadosamente para que no resulten contraproducentes para la industria europea y no fomenten la deslocalización de la industria fuera de Europa o el aumento de las importaciones; deberían aplicarse no sólo al electrodoméstico completo, sino también a los componentes;

revisión del sistema de etiquetado para reflejar los avances de la innovación tecnológica sin dar una percepción errónea de modificaciones en el valor;

un mayor control para reducir los fenómenos de falsificación y copia;

control para que las etiquetas, en particular las de los productos de importación, reflejen realmente las características del producto y no induzcan a error.

1.4   El CESE considera que las adaptaciones del sistema de etiquetado son importantísimas. La etiqueta debería siempre actualizarse cuando la introducción de aparatos con mayor eficiencia técnica mejore la norma. El sistema debería ser dinámico, de manera que a los nuevos productos introducidos en el mercado con mejores especificaciones se les otorgue una nueva etiqueta, en vez de bajar la categoría de los electrodomésticos clasificados anteriormente. Esta revisión debería vincularse a la innovación tecnológica y estar sujeta a un plazo de cinco años tal y como se señala en el Plan de acción para la eficiencia energética. La intervención de todas las partes interesadas en este proceso de revisión reviste una importancia fundamental. Además, la Comisión debería fomentar el cumplimiento de la legislación convirtiendo la etiqueta en un instrumento más vinculante para los fabricantes, importadores y minoristas.

1.4.1   Sería beneficioso en términos de sostenibilidad que la UE también ejerciera una influencia sobre otros países para que adopten las normas estrictas que la propia UE se está comprometiendo a adoptar para el mercado interior, ya que esto tendría como resultado un posible ahorro energético a nivel mundial.

1.5   La industria europea de los electrodomésticos podría verse muy favorecida por la introducción de programas de incentivos en los Estados miembros para fomentar la sustitución de electrodomésticos por otros más modernos y con mayor eficiencia energética, que la industria ya está produciendo pero que aún no son lo bastante populares en el mercado. Este apoyo debería plantearse de manera que proporcione los instrumentos financieros adecuados a las personas con menos recursos y no sea discriminatorio. Debería aprenderse de los éxitos logrados en Europa y fuera de Europa.

1.6   También es razonable potenciar la asistencia a los consumidores en lo que se refiere al mantenimiento y a los repuestos de los electrodomésticos, garantizando la continua mejora y actualización de las cualificaciones de los trabajadores a fin de prestar un servicio eficaz y fiable. Esto podría tener como resultado el aumento o la preservación del empleo.

1.7   El CESE considera que la política de la UE debería facilitar la transición de la industria hacia productos y servicios afines más innovadores, relevantes desde el punto de vista estratégico debido a su impacto en las emisiones de CO2 y el consumo energético, como los paneles solares, las células fotovoltaicas, las bombas de calor, las pilas de hidrógeno, las unidades de microgeneración y los aparatos de aire acondicionado de alto rendimiento. Esto llevaría a la creación de empleo y a una mayor posibilidad de elección para los consumidores.

1.8   El CESE reitera que las recomendaciones realizadas para reestructurar de manera eficaz la industria de los electrodomésticos en Europa a fin de que ésta sea más sostenible sólo podrán aplicarse con éxito y aprovecharse al máximo mediante un diálogo sectorial y social completo y efectivo a nivel europeo.

2   Antecedentes

2.1   El problema más acuciante que está atravesando actualmente este sector es la migración de la industria de los electrodomésticos, no sólo a Europa Central y Oriental, sino también a Rusia, Turquía y China. Por lo tanto, la deslocalización no sólo se está produciendo hacia Estados miembros de la UE, sino que segmentos enteros de la industria de los electrodomésticos se están trasladando casi en su totalidad de Europa a China.

2.2   Las empresas están descubriendo actualmente Rusia, donde se están creando nuevas fábricas de lavadoras y frigoríficos y se han adquirido empresas ya existentes del sector de los electrodomésticos. En la actualidad se están construyendo entre quince y veinte fábricas de electrodomésticos de gama blanca en territorio ruso. Esto es fundamental para garantizar la penetración de los fabricantes europeos en este nuevo mercado de gran potencial. No obstante, debería tenerse en cuenta que, si no logramos resolver los problemas clave del mercado europeo, en el futuro estas plantas podrían, además de abastecer su mercado nacional, también exportar su producción a Europa.

2.2.1   También existen posibilidades de exportación para los fabricantes europeos en regiones como Asia, el Norte de África y Oriente Próximo, donde ya se registra una tendencia creciente a las exportaciones de electrodomésticos procedentes de la UE. Los fabricantes europeos pueden aprovechar las condiciones actuales, como el aumento de la clase media en estas regiones, la buena reputación de los productos europeos, etc., para seguir penetrando en estos mercados potenciales.

2.3   La penetración creciente de productos baratos y de dudosa calidad está empeorando la crisis de la industria europea de los electrodomésticos de gama blanca. A la baja calidad hay que añadir la diferencia en los sistemas fiscales, las ventajas en el coste de la mano de obra y el bajo coste relativo del transporte, que amenazan a los fabricantes establecidos en Europa.

2.4   Es evidente que Europa no puede competir con los salarios mensuales que se pagan, por ejemplo, en China. Un frigorífico o un congelador producidos en China resultan mucho más baratos, y lo mismo puede decirse de los componentes sencillos como motores o compresores. No pueden lograrse ventajas competitivas si los productos europeos se venden exclusivamente en función de su precio, y no de su mejor calidad. La fuerza del sector europeo de los electrodomésticos radica en su capacidad para fabricar productos de alta calidad. Existen otras ventajas competitivas en materia de diseño, garantía de los productos, servicio, compatibilidad de las piezas de repuesto y reparaciones. Este punto fuerte puede ser apoyado y ampliado por una política europea articulada.

2.5   Las fábricas europeas producen frigoríficos y congeladores clasificados en las categorías de consumo energético A++, A+, A y B. La mayor parte de los bienes que se producen actualmente corresponden a las categorías A+ y A. Los bienes de la categoría A++ representan menos del 4 %.

2.6   El uso de frigoríficos de alta eficiencia energética entre los consumidores sigue siendo bajo. Según el CECED (European Domestic Equipment Manufacturers Committee), en los hogares europeos todavía hay aproximadamente 188 millones de frigoríficos y congeladores con una antiguedad superior a los diez años. Los aparatos antiguos (de 1990) consumen aproximadamente 600 kWh/año, los aparatos de categoría A+ consumen en torno a los 255 kWh/año y los de categoría A ++ aproximadamente 182 kWh/año. Con los precios y condiciones actuales (3), un aparato de categoría A++ debe funcionar durante unos doce años para que su compra resulte rentable a los consumidores.

2.7   Además de por los aparatos más antiguos, los fabricantes europeos están todavía más preocupados por las importaciones potencialmente peligrosas, de escasa eficiencia energética y poco fiables. Esta preocupación se refiere, en particular, a las importaciones de entrega inmediata que se venden rápidamente en el mercado de la UE.

2.7.1   Como resultado de ello, las necesidades energéticas de los hogares representan el 25 % del total de la demanda energética de la UE, y el consumo de productos que utilizan energía en los hogares presenta el mayor incremento de los últimos años, debido a la introducción de nuevas aplicaciones y productos.

2.8   El uso de material de mejor calidad para el núcleo magnético, junto con la optimización del diseño de las características de los nuevos materiales, podría aumentar la eficiencia (hasta en un 15 %) de los motores eléctricos de los electrodomésticos, contribuyendo de manera significativa al ahorro en el consumo de energía eléctrica de los hogares.

2.9   Otro fenómeno que deberá apoyar la CE es el desarrollo de electrodomésticos de fácil mantenimiento y reciclables. Cabe señalar que los fabricantes europeos han hecho un esfuerzo importante en este ámbito y han reducido considerablemente el consumo de agua y electricidad de los grandes aparatos. No obstante, desde entonces una gama cada vez mayor de materias primas ha pasado a ser vital, no sólo en lo que se refiere al medio ambiente, sino también a los costes. Esto sucede con el acero, el plástico, el níquel, el cromo, el cobre, etc. Los precios de estas materias primas y de los derivados del petróleo están aumentando. Aquellos que pueden reducir el contenido de estas materias en un producto obtienen una ventaja competitiva importante. No se han explorado suficientemente las posibilidades que brindan la nanotecnología y las metodologías de análisis del ciclo de vida (LCA) a la industria de los electrodomésticos para mejorar y evaluar la correcta elección de materiales a fin de obtener dicha ventaja.

2.9.1   Actualmente resulta preocupante que no todos los materiales destinados a ser reciclados en virtud de la actual normativa WEEE se están devolviendo efectivamente a los fabricantes, por lo que estos últimos han de pagar por el coste del reciclaje sin recibir realmente la mercancía.

2.10   El objetivo de una política de investigación financiada por la Comisión debería ser el fomento de este tipo de investigación, impulsando la miniaturización de componentes como motores, radiadores, compresores, etc. Desde este punto de vista, el desarrollo de electrodomésticos con un uso mínimo de materiales implica desarrollar aparatos más fácilmente reciclables. El diseño ecológico, la directiva marco de la UE de mayo de 2005, con su exigencia de diseño ecológico de los aparatos que consumen energía constituye un punto de partida importante. La Comisión Europea no necesita reinventar sus instrumentos de política, sino más bien adaptar aquellos que están actualmente disponibles. Esto también puede hacerse con la actual etiqueta de energía y consumo. Ante la perspectiva de una crisis energética cada vez mayor y la reducción de materias primas, la Comisión debería complementar esta etiqueta con una norma obligatoria para introducir productos en el mercado. En el futuro sólo debería permitirse vender electrodomésticos en el mercado interior europeo a aquellos que fabriquen productos de alto nivel de calidad: éste sería el argumento para una legislación que exija a las empresas fabricar electrodomésticos de alta calidad y duraderos.

2.11   También es razonable exigir a los fabricantes y comercios minoristas, a través de una directiva, que produzcan y vendan electrodomésticos que puedan repararse, disponiendo de piezas de repuesto para las reparaciones, y que ofrezcan un servicio al cliente. Los consumidores europeos esperan recibir este servicio y, al proporcionarlo, los fabricantes y comerciantes minoristas europeos pueden diferenciarse de los fabricantes de bajo coste, cuyos productos no pueden repararse, sino que simplemente se tiran y se sustituyen por otros nuevos. Esto no puede ser coherente con una estrategia de desarrollo sostenible.

2.11.1   En este contexto, el CESE está a la espera de nuevos debates sobre la aplicación del Plan de acción (4) de la Comisión sobre «Consumo y Producción Sostenibles y una Política Industrial Sostenible».

2.12   El sector de los electrodomésticos en Europa sigue dando trabajo a unos 200 000 trabajadores. Este sector ha estado en declive durante muchos años. En las dos últimas décadas han desaparecido unos 57 000 puestos de trabajo en Europa Occidental. En Europa Central y Oriental, la industria de los electrodomésticos se vino abajo tras el final del antiguo sistema político, y desde entonces sólo se han creado unos 20 000 nuevos puestos de trabajo.

2.13   Los sectores de electrodomésticos más afectados por las deslocalizaciones a terceros países (Rusia, China, Turquía) son los del aire acondicionado y los pequeños electrodomésticos. Las fábricas europeas de frigoríficos y congeladores aún dan trabajo a unas 23 000 personas.

2.14   En los próximos años continuarán las reestructuraciones en el sector europeo de los electrodomésticos. Su alcance no dependerá exclusivamente de la evolución tecnológica y del mercado, sino también de las decisiones políticas y las medidas legislativas.

3   Observaciones específicas

3.1   La política europea deberá dar respuesta a cuatro problemas:

3.1.1   Cómo garantizar que esta industria no se pierda en beneficio de terceros países. Existe una clara tendencia a la deslocalización de este sector, por lo que deberíamos contrarrestar la amenaza prevista y real de perder esta industria en favor de terceros países.

3.1.2   Cómo configurar las transformaciones estructurales en Europa a fin de garantizar que los países de Europa Occidental no pierdan su producción científica y técnica, sus conocimientos especializados y los puestos de trabajo que conllevan, permitiendo al mismo tiempo que los países de Europa Central y Oriental estabilicen su industria emergente de electrodomésticos para el futuro.

3.1.3   Cómo hallar una respuesta razonable desde el punto de vista económico a la avalancha de importaciones asiáticas de menor valor y calidad que su equivalente europeo, o que no respetan las normas del mercado interior.

3.1.4   Cómo garantizar que los logros realizados para disponer de aparatos sostenibles den su fruto en el mercado interior, aumentando la demanda de estos bienes y manteniendo las inversiones en la investigación y el desarrollo de aparatos con menor impacto en el cambio climático y la sostenibilidad.

3.2   El argumento a favor de la industria

3.2.1   Este sector es un sector industrial avanzado en cuanto a los logros en investigación y desarrollo en materia de eficiencia energética. Los acuerdos voluntarios han sido eficaces y han sido respetados por la industria.

3.2.2   Desgraciadamente, la industria requiere que se refuerce la política europea a fin de garantizar que los esfuerzos realizados en el sector den realmente fruto, lo cual resulta desalentador. El año pasado, el sector decidió no renovar los acuerdos voluntarios que han tenido tanto éxito en el pasado.

3.2.3   En este momento, la vigilancia del mercado es importantísima. Deberían idearse controles más estrictos a fin de garantizar que los productos que están en el mercado tengan realmente el nivel y la calidad que prometen, en particular en cuanto a su efecto sobre el cambio climático.

3.2.4   Es necesario un mayor apoyo por parte de los Estados miembros para garantizar que los productos de alta eficiencia disponibles en el mercado sean realmente adquiridos por los consumidores. Los productos de categoría A++ siguen considerándose demasiado caros y poco rentables, por lo que el mercado sigue optando, sobre todo, por los aparatos de categoría A+. Los incentivos pueden variar, y en los Estados miembros y en terceros países ya pueden identificarse algunos casos de buenas prácticas (5).

3.2.5   La ayuda de los Estados miembros y una competencia leal deberían ir de la mano con el ritmo de la innovación tecnológica en este sector a nivel de los Estados miembros y también a nivel de la Unión Europea.

3.2.6   El comercio minorista es un eslabón importante en la cadena de suministro. El comerciante minorista europeo debe ser más consciente de las distintas implicaciones de la importación de los productos que se introducen y venden en el mercado interior. Además, el margen de maniobra y los esfuerzos realizados por la industria serían inútiles si el sector minorista sigue importando y vendiendo productos de menor calidad, poco seguros y no sostenibles. En este contexto, el CESE considera que sigue existiendo un gran margen de maniobra para educar al sector minorista a fin de concienciarlo sobre los problemas relacionados con la industria de los electrodomésticos en el mercado interior y las cuestiones relativas a la sostenibilidad de estos aparatos.

3.3   El aspecto social

3.3.1   La realidad es que se están perdiendo puestos de trabajo con la deslocalización de la industria. Esto deja a una serie de personas cualificadas que no pueden utilizarse a menos que también se deslocalice a los trabajadores. La reestructuración del sector es importantísima para garantizar que no se pierda empleo y que esta industria siga siendo atractiva para los trabajadores más cualificados.

3.3.2   Debería darse la debida importancia al mantenimiento, con especial atención al sector de la reparación de aparatos. El sector de la reparación ha de mantenerse boyante garantizando que los aparatos de alta calidad puedan repararse realmente y que la disponibilidad de piezas de repuesto sea una realidad que haga posible las reparaciones.

3.3.3   Al mismo tiempo, una política común de la UE y los Estados miembros debería impulsar la transición del sector hacia la fabricación de productos innovadores que creen nuevas oportunidades de empleo. Este proceso debería verse apoyado por un diálogo social bien estructurado entre los interlocutores sociales a nivel europeo, nacional y de las empresas. También deberán garantizarse relaciones laborales de calidad europea en las nuevas instalaciones de producción situadas en los nuevos Estados miembros de la UE.

3.3.4   Una de las claves para garantizar la menor pérdida de empleo posible es un diálogo social sectorial efectivo y continuo a nivel europeo, junto con la vigilancia del mercado y el cumplimiento de las normas en toda Europa.

3.4   El argumento a favor de los consumidores

3.4.1   El consumidor necesita que se le garanticen productos con unas prestaciones de alta calidad que, además, sean eficientes desde el punto de vista energético y, por lo tanto, debe ponerse a disposición del consumidor una información sobre la calidad que sea sencilla, auténtica y eficaz.

3.4.2   El sistema de etiquetado debe ser más dinámico, de manera que evolucione y se actualice con la innovación en el sector. Además, las etiquetas deberían informar con exactitud sobre las normas relativas a los aparatos, y, por lo tanto, los ensayos deberían ser más estrictos y precisos.

3.4.3   La vigilancia del mercado es muy importante en todos los Estados miembros a fin de garantizar que el aparato tenga realmente las prestaciones que promete y que los consumidores obtengan los resultados esperados.

3.4.4   Cabe señalar el posible efecto negativo que la compra de nuevos electrodomésticos puede tener sobre el medio ambiente si los consumidores no se desprenden de los viejos aparatos al recibir los nuevos, creando así el «efecto rebote».

3.4.5   Los ensayos independientes realizados por los consumidores son la mejor promoción de unos electrodomésticos eficientes y eficaces. Estos ensayos garantizarían la calidad y el nivel global de un aparato, asegurándose de que realiza de manera adecuada la función básica del producto.

3.5   El argumento a favor del medio ambiente

3.5.1   El CESE reconoce que este sector también puede contribuir de manera especial a preservar el medio ambiente, reducir las emisiones de CO2 y luchar contra el cambio climático. En este contexto, el CESE reitera la posición que adoptó en su Dictamen de iniciativa sobre la producción ecológica (6), donde señala que existe una oportunidad para el crecimiento de un mercado verde dentro del mercado interior, así como las particularidades relativas al etiquetado y al ciclo de vida de los productos, entre otros.

3.5.2   Debería imponerse un plazo de unos cinco años a todos los productos que no respeten la «norma», para alcanzar el nivel deseado. Por ejemplo, a juicio del CESE, los frigoríficos que no alcancen un umbral específico una vez transcurrido dicho plazo deberían quedar excluidos del mercado europeo. Esta medida sigue la línea del plan de acción presentado el 24 de octubre de 2006 por la Comisión Europea para la eficiencia energética «Los productos que no cumplan los requisitos mínimos acordados no podrán comercializarse»). Estas propuestas también siguen la línea de la Directiva sobre diseño ecológico y del Reglamento sobre la etiqueta ecológica.

3.5.3   Además, es importante que la legislación sobre el diseño ecológico se aplique lo antes posible a todos los grandes electrodomésticos pertinentes, y que la legislación sobre el etiquetado energético se revise de manera que puedan desarrollarse con rapidez productos de alta eficiencia: esté sería el escenario legislativo adecuado para exigir a las empresas que fabriquen electrodomésticos duraderos y de alta calidad.

3.5.4   En lo que se refiere a la actual política energética de la UE, y teniendo en cuenta que el mecanismo de etiquetado no es suficiente por sí solo para satisfacer los objetivos energéticos fijados por la UE, el CESE insta a la Comisión a que examine nuevos instrumentos jurídicos para alcanzar estos objetivos.

Bruselas, 22 de octubre de 2008.

El Presidente

del Comité Económico y Social Europeo

Mario SEPI


(1)  Se entiende por electrodomésticos los frigoríficos, las lavadoras, los lavavajillas, las calderas, los calentadores y todos los aparatos electrónicos utilizados en el hogar.

(2)  El nuevo marco legislativo (NML), también conocido como «paquete Ayral» es la última entrega del paquete «Legislar mejor», que aborda la vigilancia del mercado, el marcado de productos y su homologación, y fue aprobado por el Parlamento Europeo y por el Consejo el 23 de junio de 2008. http://ec.europa.eu/enterprise/regulation/internal_market_package/index_en.htm

(3)  Incluidos el precio de la energía y el coste de los combustibles.

(4)  COM(2008) 397 final (16.7.2008).

(5)  Italia: El 20 % del coste de los frigoríficos/congeladores de clase A+ y A++ se deduce del impuesto sobre la renta de las personas físicas, con un tope de 200 euros.

España: Plan de subvenciones — En 2008, los consumidores que adquieran productos con alta eficiencia energética tendrán derecho a recibir subvenciones de entre 50 y 125 euros, en función del tipo de aparato adquirido.

Brasil: El Gobierno federal tiene previsto lanzar un programa para subvencionar la adquisición de 10 millones de frigoríficos para los ciudadanos con rentas bajas. Los consumidores tendrán que entregar su antiguo frigorífico, que, por lo general, consume más energía, a fin de obtener el crédito necesario para adquirir un frigorífico nuevo y más económico.

(6)  Dictamen CESE (DO C 224 de 30.8.2008, p. 1); ponente: Sra. DARMANIN.


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