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Document 52008IE1526

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema La economía de la UE: Informe 2007 — Desplazar la frontera de productividad de la economía europea

DO C 77 de 31.3.2009, p. 131–138 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

31.3.2009   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 77/131


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «La economía de la UE: Informe 2007 — Desplazar la frontera de productividad de la economía europea»

(2009/C 77/28)

El 17 de enero de 2008, de conformidad con el apartado 2 del artículo 29 de su Reglamento Interno, el Comité Económico y Social Europeo decidió elaborar un dictamen de iniciativa sobre el tema:

«La economía de la UE: Informe 2007 — Desplazar la frontera de productividad de la economía europea»

La Sección de Unión Económica y Monetaria y Cohesión Económica y Social, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 3 de junio de 2008 (ponente: Sr. MORGAN).

En su 447o Pleno de los días 17 y 18 de septiembre de 2008 (sesión del 18 de septiembre de 2008), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 108 votos a favor, 4 en contra y 5 abstenciones el presente dictamen.

1.   Recomendaciones y conclusiones

1.1

El presente documento es el último de una serie de dictámenes elaborados por el CESE en los que se abordan cuestiones de gobernanza económica en la UE. Se basa en la Comunicación de la Comisión COM(2007) 721 final titulada La economía de la UE: Informe 2007Desplazar la frontera de producción de la economía europea.

1.2

El Informe 2007 parte del hecho de que, aunque la Unión Europea es una de las economías más avanzadas y productivas del mundo, todavía existe una brecha considerable entre los niveles de vida, evaluados en términos de PIB, de la UE y de la economía más avanzada del mundo (los Estados Unidos). La causa principal radica en una divergencia en la evolución de la productividad en diversos sectores industriales y Estados miembros.

1.3

Aunque los datos de los EE.UU. ofrecen un criterio útil para medir los resultados relativos de los Estados miembros, el dictamen se centra en comparaciones entre los distintos países de la UE. Factores como los modelos sociales, los horarios de trabajo y las tasas de participación en el lugar de trabajo influyen en las comparaciones con los Estados Unidos, pero son aspectos que no entran dentro del ámbito de este dictamen. El dictamen se limita a examinar por qué algunos países de la UE crean más riqueza y más empleos que otros.

1.4

La idea central del informe de la Comisión es que la aplicación de la Agenda de Lisboa ayudará a los Estados miembros a impulsar simultáneamente el empleo y la riqueza. Una serie de políticas pueden suponer una contribución significativa a ese respecto. Su objetivo es:

promover mayores niveles de inversión en I+D

desarrollar centros educativos y de investigación de categoría mundial en estrecha colaboración con las empresas

establecer un mercado único plenamente operativo, abierto y competitivo

promover un enfoque integrado para fomentar la flexibilidad y la seguridad en el mercado de trabajo (el CESE recuerda que este enfoque debe ser negociado por los interlocutores sociales)

mejorar la calidad de las finanzas públicas.

1.5

Estas políticas adquieren aún más relevancia a la vista de los cambios que se han producido en la economía mundial desde el Consejo UE de Lisboa en 2000. Los nuevos desafíos no sólo incluyen la actual crisis financiera, sino también el equilibrio entre el suministro y la demanda de combustibles fósiles, la evidencia del cambio climático, la creciente escasez de alimentos y la creciente demanda de materias primas en general. Estas cuestiones aumentan aún más la importancia de la inversión en I + D y la investigación de categoría mundial. En efecto, ponen de relieve que es necesario que exista un mercado único competitivo respaldado por medidas eficaces de flexiguridad en el mercado de trabajo y finanzas públicas de alta calidad.

1.6

Los factores macroeconómicos, tanto del lado de la oferta como de la demanda, se debatieron pormenorizadamente en otros dictámenes anteriores del CESE —sobre la gobernanza económica de la UE— que se mencionan en detalle en la Introducción; el Comité subraya allí que, además de medidas del lado de la oferta para mejorar la competitividad, se necesita una combinación de políticas macroeconómicas que promueva las rentas, la demanda y el empleo. La prioridad del presente dictamen es mostrar que, no obstante los factores de la demanda, existe una correlación significativa entre las reformas de la oferta en la agenda de Lisboa y el crecimiento del PIB.

1.7

En el ránking de Lisboa para 2007 (1), recientemente publicado, los siete países en cabeza eran, por este orden: Dinamarca*, Suecia*, Austria*, Países Bajos*, Finlandia*, Irlanda* y Reino Unido*, seguidos de Alemania y Francia (2). Entre los nuevos Estados miembros, los mejores eran Eslovenia* y Estonia*. Los países peor clasificados de la UE-15 eran España, Grecia, Portugal e Italia. En general, los Países Bajos, Austria y Estonia fueron elogiados como los países que más eficazmente habían aplicado la Estrategia de Lisboa. Grecia e Italia fueron considerados como los menos eficaces. ¿Cómo influye la buena aplicación del programa de Lisboa en la productividad y el empleo?

1.8

Aunque existen otros muchos factores relevantes, la conclusión a la que se llega en el presente dictamen a la vista de ese análisis es que, en efecto, existe una estrecha correlación entre la aplicación de la Estrategia de Lisboa y el aumento del empleo y del PIB per cápita. Y, en términos generales, también es cierta la inversa: los países que no aplican las reformas de Lisboa tienden a conseguir peores resultados. Sobre la base de esta conclusión, el CESE anima a los Estados miembros a que apliquen el programa completo de Lisboa lo antes posible.

1.9

Es preciso destacar la importancia de cada elemento en el programa. El Comité espera con especial impaciencia un mayor volumen de inversiones en conocimientos, educación e I + D. No hay duda de que la competencia estimula la innovación, de manera que las economías de la UE tienen que afrontar la competencia para poder responder a los desafíos de la globalización. Para maximizar la productividad de las economías de los Estados miembros es necesario desplazar los factores de producción desde las industrias y sectores en dificultades hacia las industrias y sectores emergentes y prósperos. A su vez, esto implica que los Estados miembros asignen recursos a la flexiguridad. Por último, está claro que el rendimiento económico de un Estado miembro depende en gran medida de la buena gestión de la hacienda pública.

1.10

En el dictamen presentado por el CESE al Consejo de Lisboa en marzo de 2000 (3) señalábamos lo siguiente: «Estamos convencidos de que en Europa disponemos realmente de la innovación, creatividad, conocimiento y espíritu de empresa necesarios para poder destacar en el nuevo paradigma [es decir, la sociedad de la información]. Pero debemos liberar estas capacidades, sustituyendo los obstáculos por oportunidades y las penalizaciones por incentivos. En la última década hemos asistido a la liberalización de la industria europea. Ahora debemos liberar las energías de los hombres y mujeres europeos.» En 2008 todavía queda mucho por hacer, pero la Estrategia de Lisboa es el camino que hay que seguir.

2.   Introducción

2.1

El presente dictamen es el último de una serie de dictámenes elaborados por el CESE en materia de gobernanza económica en la UE. Ha sido elaborado en respuesta a la Comunicación de la Comisión, COM(2007) 721 final, titulada La economía de la UE: Informe 2007Desplazar la frontera de producción de la economía europea. El anterior dictamen, de septiembre de 2007, examinaba el Informe 2006Reforzamiento de la zona del euro: principales prioridades.

2.2

En este dictamen, el CESE intenta establecer la relación entre el crecimiento del empleo y el PIB per cápita de los Estados miembros y diversas recomendaciones recogidas en la Comunicación de la Comisión. A este respecto difiere bastante de las conclusiones de su anterior dictamen sobre el Informe 2006, en el que el CESE explicaba las circunstancias socioeconómicas nacionales y los objetivos políticos divergentes que gobiernan las acciones de los Estados miembros.

2.3

En los dictámenes de octubre de 2006 (4) y febrero de 2006 (5) se abordaban las orientaciones generales de política económica (2005-2008), mientras que en marzo de 2004 emitimos nuestro dictamen sobre las orientaciones generales de política económica 2003-2005 (6). El CESE ha recibido la recomendación de la Comisión para las orientaciones generales de política económica (2008-2010), pero ha constatado que son idénticas a las orientaciones para 2005-2008. A la luz de sus anteriores trabajos sobre las orientaciones generales de política económica, el CESE ha decidido utilizar el Informe sobre la economía de la UE en 2007 como base del presente dictamen.

2.4

En octubre de 2006 el CESE examinó las normas que afectan a los objetivos generales de estabilidad de los precios, crecimiento y empleo. En este dictamen, el Comité se centra más en las políticas que en las normas. En febrero de 2006 publicó su dictamen sobre las orientaciones generales de política económica (2005-2008). Aunque el dictamen abarcaba muchas cuestiones, en términos generales se pronunció a favor de la misma agenda política de crecimiento del empleo y la productividad que constituye la base del presente dictamen. En esos dos dictámenes el CESE se ocupó de los factores económicos que afectan a la demanda. En el presente dictamen se examinan las propuestas de la Comisión para realizar reformas del lado de la oferta.

2.5

Con todo, el Comité subraya que las medidas del lado de la oferta para mejorar la competitividad deben ir acompañadas de una combinación de políticas macroeconómicas que promueva las rentas, la demanda y el empleo. La cuestión de la combinación adecuada de políticas económicas fue abordada por el Comité en su dictamen de marzo de 2004, que sigue siendo de actualidad.

2.6

El documento de la Comisión European Economy (no 8/2007) contiene la comunicación titulada «Moving Europe's Productivity Frontier» (Desplazar la frontera de productividad de la economía europea), además de cuatro capítulos con un total de 49 páginas.

1

La productividad en Europa: ¿el fin de un ciclo?

2

Evaluación de la productividad a nivel industrial

3

¿Existe una contraposición entre productividad y empleo?

4

Políticas para buscar mayor productividad: otra perspectiva

El Comité lamenta que las recomendaciones de la Comisión para aumentar la competitividad se limiten al lado de la oferta.

Este dictamen evalúa las políticas mencionadas en el capítulo 4.

3.   Síntesis de la Comunicación de la Comisión

3.1

El Informe 2007 parte del hecho de que, aunque la Unión Europea es una de las economías más avanzadas y productivas del mundo, todavía existe una brecha considerable entre los niveles de vida, evaluados en términos de PIB, de la UE y de la economía más avanzada del mundo (los Estados Unidos). La causa principal radica en una divergencia en la evolución de la productividad en diversos sectores industriales y Estados miembros.

3.2

Al adoptar la Estrategia de Lisboa en 2000, la UE concedió la máxima importancia a la mejora de su productividad y al logro de un fuerte aumento del empleo. Los principales elementos de esta estrategia eran el reforzamiento de conocimientos, el afianzamiento de las fuerzas competitivas y el refuerzo de la flexibilidad.

3.3

El reforzamiento de los conocimientos requiere aumentar y mejorar la inversión en I+D y capital humano. Es preciso garantizar en toda la Unión Europea la eficacia y la rentabilidad del sistema educativo.

3.4

Estimular la competencia es fundamental para el nivel y la tasa de incremento de la productividad. La investigación empírica confirma que la apertura de los mercados a la competencia no sólo tiene efectos positivos sobre la productividad y el crecimiento, sino también sobre el empleo.

3.5

Es preciso fomentar la flexibilidad para lograr que las estructuras de producción se adapten de forma armónica a una mayor especialización y diversificación en nuevas áreas que presenten ventajas comparativas relativas. Si bien en los últimos años los Estados miembros han adoptado medidas encaminadas a facilitar la movilidad de las empresas y de la mano de obra, se requieren otras iniciativas más amplias.

3.6

La conclusión es que se necesita un cambio de mentalidad. Una serie de políticas pueden realizar una importante contribución. Tienen por objeto:

promover mayores niveles de inversión en I+D

desarrollar centros educativos y de investigación de categoría mundial en estrecha colaboración con las empresas

establecer un mercado único plenamente operativo, abierto y competitivo

promover un enfoque integrado para fomentar la flexibilidad y la seguridad en el mercado de trabajo (el CESE recuerda que este enfoque debe ser negociado por los interlocutores sociales)

mejorar la calidad de las finanzas públicas.

3.7

Muchas de las teorías comúnmente aceptadas han quedado desacreditadas. En efecto, para ser líder tecnológico no hace falta ser un país o una empresa grande; el comercio no es el principal vehículo de la difusión tecnológica; los países pequeños pueden ser líderes en ámbitos especializados; las pequeñas empresas frecuentemente introducen nuevas tecnologías innovadoras; la movilidad internacional de los trabajadores y el capital financiero son los principales vehículos para la difusión de la tecnología.

3.8

Se está llegando a un amplio consenso sobre los factores que limitan el incremento de la productividad y las medidas necesarias para aumentarlo. Las restricciones relativas a los mercados de trabajo y de productos, la falta de apertura a la inversión extranjera directa y los obstáculos al acceso a nuevas tecnologías, a la creación de éstas y a su difusión pueden actuar como importantes frenos al incremento de la productividad durante largos periodos de tiempo.

3.9

Dado que en el logro de un aumento de la productividad influye la salida del mercado de las entidades menos productivas, son importantes las políticas que fomentan la reasignación de recursos. Si los aumentos de productividad permiten incrementar los ingresos, es previsible que la demanda de los consumidores se oriente hacia los servicios. Dado que muchas empresas de servicios tienen un elevado valor añadido y una gran productividad, la economía podrá permitirse también crear nuevos empleos en sectores de muy baja productividad.

4.   Productividad y empleo

4.1

El PIB per cápita depende de algo más que la agenda de Lisboa. El PIB depende de factores como el desarrollo de mercados emergentes, Europa del Este y Rusia, las tendencias en los precios y mercados de la energía y de las materias primas, el cambio tecnológico y la globalización en general. En la demanda interna influyen los salarios y los niveles de empleo, así como el poder adquisitivo. El control de la demanda es, en gran medida, una función de la política fiscal y monetaria, mientras que el crédito para estimular tanto la demanda de las empresas como de los consumidores depende en última instancia de los bancos centrales. Mientras los mercados financieros sigan en crisis, lo más probable es que escaseen los créditos, que la demanda sufra y que el PIB se vea afectado negativamente.

4.2

Los factores macroeconómicos se debatieron pormenorizadamente en otros dictámenes anteriores del CESE —sobre la gobernanza económica de la UE— que se mencionan en detalle en la Introducción. La prioridad del presente dictamen es mostrar que, no obstante los factores de la demanda, existe una correlación significativa entre las reformas de la oferta en la agenda de Lisboa y el crecimiento del PIB.

4.3

En el cuadro 1 se recoge los datos del PIB per cápita relativo. Se han escogido dos periodos: 1999, año en que se introdujo el euro, y 2007. En el caso de los nuevos Estados miembros (NEM), este periodo cubre su adhesión a la UE. Durante ese periodo, los EE.UU. bajaron del 161,8 % al 150,9 % respecto a la UE-27. Aun así, los llamados antiguos Estados miembros han sido incapaces de aprovechar este declive relativo de los EE.UU.: la UE-15 también bajó del 115,3 al 111,7, y la zona euro pasó de un 114,5 a un 109,8 respecto a la UE-27.

4.4

Con estos datos sobre el PIB ¿qué nos dicen las estadísticas de empleo? El cuadro 2 muestra los datos sobre el empleo desde 1998 (año en que se iniciaron las primeras negociaciones de adhesión con los NEM) hasta 2006 (últimos datos disponibles). Los datos sobre el desempleo presentados son los datos de 2007. El empleo en los EE.UU. disminuyó, pasando del 73,8 % al 72 % de la población activa durante ese periodo, mientras que el desempleo aumentó del 4,5 % al 4,6 %. Durante el mismo periodo, la zona euro empezó a recuperarse con un aumento del empleo, que pasó del 59,2 % al 64,8 %, y un descenso del desempleo, que pasó del 10,1 % al 7,4 %. Los datos de la UE-15 son algo mejores que los de la zona euro, mientras que los datos de la UE-25 son algo peores.

4.5

En el ránking de Lisboa para 2007, recientemente publicado, los siete países en cabeza eran, por este orden: Dinamarca*, Suecia*, Austria*, Países Bajos*, Finlandia*, Irlanda* y Reino Unido*, seguidos de Alemania y Francia. Entre los nuevos Estados miembros, los mejores eran Eslovenia* y Estonia*. Los países peor clasificados de la UE-15 eran España, Grecia, Portugal e Italia. En general, los Países Bajos, Austria y Estonia fueron elogiados como los países que más eficazmente habían aplicado la Estrategia de Lisboa. Grecia e Italia fueron considerados como los menos eficaces. ¿Cómo influye la buena aplicación del programa de Lisboa en la productividad y el empleo?

4.6

En términos de PIB per cápita relativo, Luxemburgo y Noruega superan actualmente a los EE.UU. A menos del 20 % de los EE.UU. están Irlanda* (sobresaliente), los Países Bajos*, Austria*, Suecia*, Dinamarca*, Bélgica y (por poco) el Reino Unido* y Finlandia*. Fuera de la UE, Islandia, Suiza y Japón se encuentran también a menos del 20 % de los EE.UU. Entre los nuevos Estados miembros (NEM), Chipre y Eslovenia* son los que más se acercan a la media de la UE-27, mientras que Estonia* ha experimentado el avance más pronunciado, seguida de Letonia, Lituania, Hungría y Eslovaquia.

4.7

En el sector del empleo existen muchos paralelismos con la situación del PIB. El empleo en los EE.UU. es algo superior al 70 % de la población activa. En el cuadro puede verse que todos los países no pertenecientes a la UE, incluidos Japón y los tres países que no pertenecen a la zona euro (Dinamarca*, Suecia*, el Reino Unido*), registran tasas de empleo superiores al 70 %. En la zona euro, sólo los Países Bajos* y Austria* se encuentran por encima del 70 %, mientras que Irlanda* y Finlandia* están cerca. Entre los NEM, Chipre y Estonia* se encuentran en cabeza con tasas cercanas al 70 %.

4.8

La tasa de desempleo en los EE.UU. es del 4,6 %. Irlanda*, los Países Bajos*, Austria*, Dinamarca*, Chipre y Lituania están mejor que los EE.UU., como también lo está Noruega. Países como Luxemburgo, el Reino Unido*, la República Checa, Estonia* y Eslovenia* se encuentran a un punto de los EE.UU., y a dos están Suecia*, Letonia y Malta.

4.9

El anterior análisis muestra a las claras que es preciso fijarse en las políticas y tendencias de los países que encabezan el ranking de Lisboa —Dinamarca*, Suecia*, Austria*, Países Bajos*, Finlandia*, Irlanda* y Reino Unido*— y de los líderes entre los nuevos Estados miembros: Estonia* y Eslovenia*. A efectos del presente dictamen, estos países constituyen la «lista de referencia» y van señalados con un asterisco. El Comité examinará en qué medida las políticas relacionadas con el conocimiento, la competencia, la innovación y las finanzas públicas han contribuido al éxito relativo de estos países. Por el contrario, las políticas de España, Grecia, Italia y Portugal serán objeto de un seguimiento como «grupo de control». Además, las iniciativas políticas de dos grandes economías como la francesa y la alemana siguen siendo muy importantes para la UE. Ambos países se caracterizan por políticas polarizadas que han dificultado la reforma, aunque, en cierta medida, se están obteniendo ya resultados.

5.   Invertir en conocimientos

5.1

El programa de la OCDE para la evaluación internacional de los alumnos recibe el nombre PISA (Program for International Student Assessment). El cuadro 3 presenta una síntesis extraída del estudio de 2006 sobre las competencias en lectura, matemáticas y ciencia de los niños de quince años de edad en la OCDE y en otros países.

5.2

Además de Corea, Japón y Suiza, los países con «A» en los tres apartados son Finlandia* (claro vencedor), los Países Bajos*, Bélgica* y Estonia*. Los países con «A» en dos apartados son la República Checa, Austria*, Eslovenia* e Irlanda*. Con una sola «A», Dinamarca*, Suecia*, Reino Unido*, Alemania y Polonia. Alemania y el Reino Unido obtuvieron su «A» en ciencias. El Reino Unido* obtuvo la tercera mejor nota en ciencias en el nivel 6, después de Eslovenia* y Finlandia*. Todos los países de la «lista de referencia» tienen notas «A». Los países del «grupo de control» se sitúan, con los EE.UU., al final de la clasificación.

5.3

Dada la considerable correlación entre los resultados del sistema educativo y los de la economía de los Estados miembros, el CESE opina que es un acierto de la Comisión el convertir la calidad de la educación en una política fundamental de la UE.

5.4

La Universidad Jiao Tong de Shanghai ha elaborado una metodología para clasificar las universidades. Existen otros métodos para clasificar universidades, pero el utilizado por dicha Universidad concuerda con la prioridad que la UE concede a las ciencias y la investigación.

5.5

Los resultados del sistema escolar de los EE.UU., según la evaluación de PISA, son muy mediocres. Es en los estudios superiores donde los EE.UU. mantienen su ventaja competitiva. El cuadro 4 ha sido extraído de la clasificación de la Universidad Jiao Tong. Diecisiete universidades norteamericanas, así como dos británicas y una japonesa, se encuentran entre las veinte mejores. El Reino Unido, con veinte universidades en la lista de las 100 mejores, se sitúa, pues, en la «lista de referencia». Fuera de la UE destacan también Japón (seis universidades), Canadá (cuatro), Australia (dos), Suiza (tres), Noruega (una) e Israel (una). Cinco países de la «lista de referencia» figuran entre las 100 mejores universidades: Reino Unido*, Países Bajos* (dos), Dinamarca* (una), Suecia* (cuatro) y Finlandia* (una). Del «grupo de control» no aparece ninguna. Es hora de que Bolonia, Salamanca y Coimbra recobren su pasado esplendor. Por otra parte, Alemania tiene seis entradas y Francia, cuatro.

5.6

Aparte del Reino Unido, sólo seis Estados miembros tienen representantes entre las 100 mejores universidades; hay veinte Estados miembros de la UE que no figuran en la clasificación. Parece ser que la Comisión quiere cubrir esta laguna con la creación de un Instituto Europeo de Tecnología (IET). Aunque el CESE apoya este proyecto, resulta difícil ver cómo puede llegar a cuajar sin debilitar la presencia de la UE entre las 100 mejores universidades. Una estrategia alternativa sería revisar y examinar las políticas de los Estados miembros encaminadas a desarrollar sus mejores universidades. La necesidad más urgente es la de establecer una estrecha asociación entre la universidad y las empresas que permita desarrollar los conocimientos y aptitudes necesarios para que los avances científicos y tecnológicos del siglo XXI sean aprovechados para generar riqueza y empleo.

5.7

Otra medida de la educación universitaria en los Estados miembros son los datos de Eurostat sobre el número de licenciados con estudios superiores en ciencias y tecnología por cada mil habitantes con edades comprendidas entre 20 y 29 años. La cifra de los EE.UU. es 10,6. Los Estados miembros que se encuentra a menos de un punto porcentual de los EE.UU. son Bélgica, Alemania, Grecia, Italia, Letonia, Austria*, Polonia, Rumanía, Eslovenia* y Eslovaquia. Los Estados miembros con resultados mucho mejores son Dinamarca* (14,7), Irlanda* (24,5), Francia (22,5), Lituania* (18,5), Finlandia* (17,7), Suecia* (14,4) y el Reino Unido* (18,4). Todos los países marcados con un asterisco (*) se encuentran en la «lista de referencia». Italia y Grecia son los únicos países del «grupo de control» que entran en esta clasificación. Aumentar el número de licenciados en ciencias y tecnología debería ser un objetivo central de los sistemas educativos de enseñanza secundaria y superior de los Estados miembros.

5.8

Uno de los objetivos del proyecto de Lisboa es aumentar el gasto de la UE en investigación y desarrollo hasta el 3 % del PIB. De dicho porcentaje, un 2 % debería proceder del sector privado. Dos países de la «lista de referencia», Suecia* y Finlandia*, invierten más del 3 %. Otros dos, Dinamarca* y Austria*, dedican entre el 2 % y el 3 %, al igual que Alemania y Francia. Los países de la «lista de referencia» que gastan entre el 1 % y el 2 % son Bélgica, la República Checa, Estonia*, Irlanda*, Países Bajos*, Eslovenia*, España y Reino Unido*, la mayor parte de los cuales está en la «lista de referencia». Los demás Estados miembros gastan menos del 1 %, excepto Hungría e Italia (ambos con el 1 %). Italia y España se encuentran en el «grupo de control». Para reducir las diferencias no parece ilógico esperar que los gobiernos aporten el 1 % del PIB a la I+D. Lo ideal sería canalizarlo a través de las universidades y centros de investigación a fin de ayudarles a consolidar su prestigio y presencia en la comunidad científica mundial. Actualmente, los gobiernos de la UE-15 dedican entre un 0,30 % y un 0,40 %, mientras que los gobiernos de los NEM gastan entre un 0,50 % y un 0,60 %. Podría y debería hacerse más, entre otras cosas para desarrollar los conocimientos científicos necesarios para afrontar el cambio climático y la contaminación.

5.9

Respecto a las desgravaciones fiscales para el sector privado por inversiones en I+D, el CESE ya presentó su dictamen a la Comisión (7). El CESE opina que todos los Estados miembros deberían adoptar las mejores prácticas e introducir incentivos fiscales para estimular las inversiones privadas en el sector I+D, en particular, por parte de las PYME.

5.10

Existe una relación circular entre educación, investigación, innovación, conocimientos técnicos y tendencias del empleo. Se trata de un círculo virtuoso en el que la base nacional de conocimientos y aptitudes atrae la inversión extranjera, la transferencia de conocimientos y la inmigración. Sin esa base, las personas cualificadas se sentirán tentadas a buscar un entorno de conocimientos en el que sus aptitudes destaquen. Lo que puede traducirse en un círculo vicioso de emigración y en fuga de cerebros.

5.11

Las conclusiones en materia de políticas de investigación y educación es que es preciso revisar muchos de los sistemas de enseñanza secundaria y superior de los Estados miembros, y que los gobiernos deberían aumentar su gasto en I+D. Existe una clara correlación entre la eficacia de las políticas y el empleo y la productividad, como han demostrado los datos de la «lista de referencia» y del «grupo de control».

6.   Competencia e innovación

6.1

La Comunicación de la Comisión destaca tres políticas para fomentar la competencia: la liberalización y regulación de las industrias de redes, la política de competencia y los efectos positivos del mercado interior.

6.2

Entre los beneficios del mercado interior figuran el estímulo a la innovación, como resultado de la exposición a la competencia extranjera; las economías de escala ofrecidas por un mayor mercado en la producción, la distribución y la comercialización, y, por último, las transferencias de tecnología que resultan de la apertura a la inversión extranjera.

6.3

Los Estados miembros de la UE no han sido todos ellos igual de atractivos ni han estado igual de abiertos a las IED (inversiones extranjeras directas). En términos de transferencia de tecnología, métodos de gestión, presencia en el mercado e inversión de capital, esto tendrá que haber supuesto una desventaja para aquellos Estados miembros que no se han beneficiado de IED. Los datos de Ernst & Young sobre la IED muestran que, para el periodo 1997-2006, los diez países europeos que más IED obtuvieron fueron los siguientes, por número de proyectos:

Reino Unido

5 539

Francia

3 867

Alemania

1 818

España

1 315

Bélgica

1 190

Polonia

1 046

Hungría

1 026

Irlanda

884

República Checa

849

Rusia

843

6.4

Las IED han sido muy importantes para el crecimiento económico de los NEM. Como cada vez hay más países que compiten por las IED —entre ellos India y China— los NEM tendrán que adoptar la economía del conocimiento para garantizar el crecimiento y el empleo. Los países asiáticos descuellan en los tests de competencia organizados por PISA, y en sus universidades se gradúan cientos de miles de estudiantes con licenciaturas y títulos de postgrado de ciencias y tecnología.

6.5

La liberalización y la regulación de las industrias de redes son medidas que pueden reducir considerablemente los costes y mejorar notablemente la productividad en toda la economía. Esta política tiene tres fases: en primer lugar, la privatización; luego, la regulación para que los nuevos participantes puedan desafiar a los operadores tradicionales; y por último, una propiedad dividida entre redes y servicios de redes. En su Informe sobre el progreso en la creación del mercado interior del gas y de la electricidad  (8), la Comisión considera que los cambios de un proveedor a otro por parte de los clientes es una medida de competencia eficaz. El siguiente cuadro así lo ilustra:

Porcentaje de cambios

 

 

Electricidad

Gas

Alemania

Grandes empresas

41

 (9)

 

PYME

7

 (9)

 

Familias

5

 (9)

Francia

Grandes empresas

15

14

 

Familias

0

0

España

Grandes empresas

25

60

 

PYME

22

60

 

Familias

19

2

Reino Unido

Grandes empresas

50+

85 +

 

PYME

50+

75 +

 

Familias

48

47

En general, la competencia está más desarrollada en algunos de los países de la «lista de referencia», aunque Italia y España también han avanzado.

6.6

La aplicación de la política de competencia tiene como objetivo favorecer la eficacia y la productividad en beneficio del consumidor. Esta política concuerda en gran medida con el equilibrio que el CESE quiere mantener entre los intereses de las partes que lo integran.

6.7

La Comunicación concluye que la competencia es fundamental para el nivel y la tasa de incremento de la productividad. Resulta revelador que las economías de la «lista de referencia» son las más abiertas de la UE. Tienen la productividad más elevada, los niveles más altos de empleo y una mayor capacidad para absorber trabajadores migrantes. Es un error que los gobiernos de los Estados miembros intenten poner barreras a sus economías por miedo a la competencia.

7.   Políticas de reasignación

7.1

Con el término de reasignación, la Comisión se refiere a la redistribución de los factores de producción de las industrias y sectores en dificultades a industrias y sectores emergentes y florecientes.

7.2

La tesis central de la Comunicación es que, en la medida en que el crecimiento económico viene impulsado por la expansión de la frontera tecnológica, la economía estará expuesta a cambios estructurales. Nuevos sectores de alta tecnología pueden ganar cuotas de mercado en detrimento de otros sectores en recesión. Empresas nuevas pueden convertirse en actores importantes, mientras que otras de larga tradición pueden verse forzadas a adaptarse o desaparecer.

7.3

Puesto que en cualquier caso la economía estará expuesta a un cambio estructural, su capacidad de ajuste es fundamental para lograr el máximo beneficio del cambio tecnológico y de la movilidad de los conocimientos. No obstante, la Comisión estima que la capacidad de ajuste de los Estados miembros se ve restringida por la limitada flexibilidad que permiten las instituciones del mercado laboral y las reglamentaciones.

7.4

La Comunicación propone cuatro medidas políticas fundamentales para mejorar la reasignación de recursos: facilitar la entrada en el mercado, reducir las cargas administrativas, regular el mercado laboral e integrar el mercado financiero.

7.5

Las políticas para facilitar la entrada en el mercado incluyen una serie de medidas sobre las que el CESE ya ha elaborado dictámenes. Entre dichas medidas figura la reducción de las cargas administrativas asociadas a la creación de empresas, diversos sistemas de apoyo a las nuevas PYME y cambios en las leyes reguladoras de la quiebra. El acceso a los recursos financieros y una política de competencia que garantice mercados abiertos son elementos importantes de cualquier estrategia de reasignación a través de la creación de nuevas empresas.

7.6

Aunque todas las empresas, tanto las pequeñas como las grandes, soportan costes administrativos, la carga es mucho superior para las pequeñas debido a su menor tamaño. La reducción de la carga administrativa es uno de los cinco objetivos más importantes de la agenda de la UE, pero, tal y como se reconoce en la Comunicación, la simplificación de la reglamentación y la reducción de los costes administrativos es difícil puesto que la mayoría de las medidas se introdujeron por motivos específicos. «Sirven para corregir fallos del mercado, para proteger a los que participan en él o para ofrecer información a los responsables políticos» (10). Muchos en la UE dirán que la protección social respaldada por esas normas es un elemento clave del acervo comunitario. Aun así, el impacto acumulativo de esas reglamentaciones conlleva un coste económico significativo.

7.7

El grupo de trabajo Better Regulation Task Force (BRTF), ubicado en el Reino Unido, sugiere que los costes podrían ascender al 3 o 4 % del PIB (11), resultados que han sido corroborados por el trabajo del Dutch Central Planning Bureau (CPB). Se estima que una reducción del 25 % de la carga de costes administrativos en la UE podría traducirse inicialmente en un aumento del 1 % del PIB real. El efecto a largo plazo podría ser aún mayor. La reducción de esta carga de costes es altamente deseable, pero no hay indicios de que vaya a salir nada de esta iniciativa. Puesto que a la UE le preocupa institucionalmente la posibilidad de que fracase el mercado, es improbable que se logren esas mejoras. Por otro lado, el CESE, preocupado por ofrecer la máxima protección a todos los participantes en el mercado, no es probable que apoye una reducción significativa de la carga administrativa.

7.8

Las estructuras del mercado laboral ejercen un gran impacto en la reorganización del trabajo. El impacto que tienen las reformas del mercado en la productividad y el empleo es mayor cuando los mercados laborales son flexibles. A pesar de que no existen estudios fiables sobre la flexibilidad del mercado laboral, los niveles de empleo de los países de la «lista de referencia» constituyen ciertamente una medida de la capacidad de sus legislaciones laborales para adaptarse al cambio.

7.9

La legislación en materia de protección del empleo en la UE es, lógicamente, objeto de controversia. En vez de modificar la protección ofrecida por los contratos indefinidos, muchos Estados miembros han introducido contratos temporales en paralelo. Esos contratos temporales son los que explican en gran medida el aumento del empleo comentado más arriba en el punto 4. Aunque los datos no dan la medida real del empleo a tiempo completo, la escala del aumento del empleo es esperanzadora y el desempleo estructural está disminuyendo.

7.10

Es necesario, desde luego, mitigar las perturbaciones ocasionadas cuando las normativas laborales son suficientemente flexibles para optimizar la reasignación. Por lo tanto, se insta a los Estados miembros a que introduzcan políticas de acompañamiento de manera paralela. La flexiguridad es fundamental en este proceso. Es preciso asignar recursos para que el aprendizaje permanente pueda reforzar la adaptabilidad y la empleabilidad y para que los sistemas de seguridad social puedan ofrecer incentivos a participar en la población activa y facilitar la reorganización, mientras que las políticas del mercado laboral deberían ayudar a las personas a afrontar el cambio y el desempleo que supone la transición a un nuevo empleo seguro. Esas políticas son indispensables cuando se relaja la protección laboral.

7.11

La integración de los mercados financieros es la última de las políticas de reasignación. En general, el grado de fragmentación del sistema financiero en la UE podría ser considerado como un obstáculo para la productividad y el empleo, especialmente en el caso de las empresas incipientes. Las directivas sobre los servicios financieros abordan estas deficiencias. Paralelamente al presente dictamen, el CESE está elaborando otro sobre las inversiones transfronterizas mediante fondos de capital riesgo (12). El papel de un sistema financiero eficaz a la hora de un cambio estructural es sobre todo evidente en la financiación de empresas incipientes.

8.   Mejorar las finanzas públicas

8.1

El cuadro 5 recoge datos de Eurostat sobre las finanzas de los Estados miembros. La deuda pública media de la zona euro de Doce (68,8 % del PIB) supera tanto el objetivo de convergencia de la UEM del 60 % como las medias de la UE-15 (63.0 %) y de la UE-25 (61,9 %). En general, la deuda pública de los países de la «lista de referencia» es inferior al 50 % del PIB y, en muchos casos, bastante inferior. Austria* (61,7 %) es la excepción. Además, todos los países de la «lista de referencia» redujeron su deuda pública durante el periodo 1999-2006. En Irlanda*, los Países Bajos* y Suecia* la reducción ha sido especialmente radical. Del «grupo de control», sólo España tiene una deuda pública inferior al 50 % del PIB, consecuencia de una reducción radical durante ese periodo. Italia (106,8 %) y Grecia (95,3 %) se encuentran al final del ranking.

8.2

En la UE-15, Bélgica, Dinamarca*, España, Finlandia*, Irlanda*, Luxemburgo, los Países Bajos* y Suecia* han tenido balanzas presupuestarias positivas. El resto de los países presentaron saldos negativos inferiores al 3 %, excepto Italia (-4,4 %) y Portugal (-3,9 %). Entre los nuevos Estados miembros, Bulgaria y Estonia* tuvieron saldos positivos, mientras que Eslovaquia, Hungría y Polonia superaron el -3 %. Con un balance negativo de sólo el 1,2 % destacan Chipre y Eslovenia*. Entre los países de la «lista de referencia», el Reino Unido, con un -2,7 %, se ha desviado. No consiguió equilibrar su presupuesto durante los años de actividad económica favorable de manera que su posición entre los líderes ahora corre peligro. En «el grupo de control», destacó el rendimiento de España, mientras que Italia y Portugal confirmaron su baja posición en general en el ranking.

8.3

En sus dictámenes anuales sobre la economía comunitaria, el CESE ha abogado por finanzas públicas saneadas. Los resultados relativos de los países de la «lista de referencia» y del «grupo de control» muestran que unas finanzas públicas saneadas son un importante componente de los resultados obtenidos por los Estados miembros en materia de empleo y productividad.

8.4

Al examinar los resultados relativos de la «lista de referencia» y del «grupo de control» se planteó la cuestión del impacto de los impuestos. El informe Eurostat sobre los impuestos de la UE en 2005 mostraron que la tasa media como porcentaje del PIB en la UE-27 era del 39,6 %. Se trata, más o menos, de trece puntos porcentuales más que las tasas de EE.UU. y Japón. Entre todos los países OCDE no comunitarios, sólo Nueva Zelanda tiene un tipo medio real superior al 35 %. Tras un intento de los Estados miembros por reducir la carga fiscal, la tendencia se ha invertido y la tasa media ha vuelto al nivel de 1995.

8.5

En términos de cargas fiscales, Dinamarca*, Finlandia* y Suecia* se encuentran entre los cinco con más cargas, junto con Bélgica y Francia. Austria* y Eslovenia* se encuentran entre los cinco siguientes, junto con Italia. Los Países Bajos* y el Reino Unido* ocupan los puestos 12 y 13 respectivamente. Sólo Estonia* (22o) e Irlanda* (23o), en los puestos 22 y 23, disfrutan de una carga fiscal considerablemente baja. En el «grupo de control», la carga fiscal de Italia es inferior o igual a la de cinco países de la «lista de referencia». España, Grecia y Portugal tienen cargas fiscales inferiores a las de todos los países de la «lista de referencia», excepto Irlanda y Estonia. No se puede afirmar a priori que los países del «grupo de control» soporten una fiscalidad excesiva.

8.6

La UE tiene una presión fiscal superior a la de las regiones con las que compite. Los regímenes fiscales específicos de los Estados miembros están muy influenciados por la cantidad de dinero que se asigna a la protección social. Desde un punto de vista puramente comunitario, es difícil defender la conveniencia de introducir deducciones fiscales ya que las economías con mejores resultados de la UE tienen los tipos más elevados. No obstante, desde un punto vista global, las regiones competidoras tienen cargas fiscales inferiores y es posible que esto contribuya a que sus niveles de innovación y de empresa sean elevados.

Bruselas, 18 de septiembre de 2008.

El Presidente

del Comité Económico y Social Europeo

Dimitris DIMITRIADIS


(1)  Centre for European Reform: The Lisbon Scorecard VIIIIs Europe Ready for an Economic Storm? (febrero 2008)

(2)  Los Estados miembros marcados con un asterisco forman parte de la «lista de referencia» de países con mejores resultados, como se explica en el punto 4.9.

(3)  Dictamen del Comité Económico y Social sobre el tema «Empleo, reforma económica y cohesión social: hacia una Europa de la innovación y del conocimiento» (Cumbre de Lisboa — marzo de 2000), DO C 117 de 26 de abril de 2000, p. 62, punto 2.16.

(4)  Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre «Las orientaciones generales de política económica y la gobernanza económica — Condiciones para una mayor coherencia en la elaboración de la política económica en Europa», DO C 324 de 30.12.2006, p. 49.

(5)  Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «Orientaciones generales de política económica 2005-2008», DO C 88 de 11.4.2006, p. 76.

(6)  Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el tema «Orientaciones generales de política económica 2003-2005», DO C 80 de 30.3.04, p. 120.

(7)  Véase el Dictamen del CESE «Hacia una utilización más eficaz de los incentivos fiscales a la I+D», DO C 10 de 15.1.08, p. 83.

(8)  Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo — Informe sobre el progreso en la creación del mercado interior del gas y de la electricidad, COM(2005) 568 final de 15.11.2005.

(9)  No existen datos sobre el mercado del gas en Alemania.

(10)  La economía de la UE: Informe 2007Desplazar la frontera de producción de la economía europea, Comisión Europea, Dirección General de Economía y Finanzas, p. 136.

(11)  La economía de la UE: Informe 2007Desplazar la frontera de producción de la economía europea, Comisión Europea, Dirección General de Economía y Finanzas, p. 137.

(12)  Eliminación de obstáculos para las inversiones transfronterizas mediante fondos de capital riesgo (INT/404).


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