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Document 52006AE0729

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo, y al Comité de las Regiones en relación con la evaluación quinquenal de las actividades comunitarias de investigación (1999-2003) efectuada por expertos independientes de alto nivel COM(2005) 387 final

DO C 195 de 18.8.2006, p. 1–6 (ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, IT, LV, LT, HU, NL, PL, PT, SK, SL, FI, SV)

18.8.2006   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 195/1


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social Europeo, y al Comité de las Regiones en relación con la evaluación quinquenal de las actividades comunitarias de investigación (1999-2003) efectuada por expertos independientes de alto nivel»

COM(2005) 387 final

(2006/C 195/01)

El 24 de agosto de 2005, de conformidad con el artículo 262 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, la Comisión decidió consultar al Comité Económico y Social Europeo sobre la propuesta mencionada.

La Sección Especializada de Mercado Único, Producción y Consumo, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 25 de abril de 2006 (ponente: Sr. BRAGHIN).

En su 427o Pleno, celebrado los días 17 y 18 de mayo de 2006 (sesión del 17 de mayo de 2006), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 108 votos a favor, 1 en contra y una abstención, el presente Dictamen.

1.   Síntesis del Dictamen

1.1

El CESE aprecia y respalda los esfuerzos realizados en la tercera evaluación quinquenal y los valiosos recursos intelectuales empleados, y espera que las recomendaciones formuladas por distintos grupos de expertos y, en particular, por el grupo responsable de la evaluación global (1) constituyan un punto de referencia constante en la aplicación de los programas marco, en la futura elaboración de una política de investigación e innovación y, en términos más generales, en toda política encaminada a hacer operativa la Estrategia de Lisboa.

1.2

El CESE se ha manifestado en reiteradas ocasiones a favor de reforzar sustancialmente en el futuro el presupuesto europeo de investigación y, por lo tanto, deplora la reducción prevista de dicho importe al ser contradictoria con la prioridad de desarrollo que imponen los desafíos competitivos mundiales y que quedó recogida en la Estrategia de Lisboa.

1.3

El CESE subraya la importancia de una mayor participación y un mayor compromiso del sector industrial con la investigación y el desarrollo innovador para conseguir el objetivo del Consejo de Barcelona y recomienda un esfuerzo más centrado en la comunicación y el compromiso de las empresas, las organizaciones y las asociaciones de productores también con el fin de establecer los ámbitos temáticos estratégicos en los que pueda destacar la excelencia de la investigación europea.

1.4

El CESE pide que se desarrollen instrumentos idóneos para incentivar la financiación privada en investigación y desarrollo (IDT), desde el capital riesgo o especulativo hasta la financiación correspondiente del BEI y los créditos a bajo tipo de interés para la investigación, con el fin de que los resultados de la investigación puedan traducirse más fácilmente en iniciativas empresariales concretas.

1.5

El CESE comparte la opinión del Grupo de expertos en el sentido de que es necesario ofrecer a los investigadores más autonomía y responsabilidades (respetando en todo momento los principios éticos) y al mismo tiempo garantizar una mayor notoriedad a las carreras científicas, una mayor movilidad interdisciplinaria y física, así como una integración del sistema de becas Marie Curie en los programas nacionales y regionales y su utilización específica para incrementar la movilidad entre investigación pública y privada.

1.6

El CESE pide que se dé prioridad a la elaboración de políticas destinadas a desarrollar la formación universitaria en el campo científico y la ingeniería para lograr una mayor presencia de personal femenino entre los investigadores, aumentar el atractivo de las carreras científicas e incitar a los investigadores que trabajan en el extranjero a que regresen a la Unión Europea. Asimismo sería deseable incrementar las asignaturas de contenido científico y técnico en los institutos de enseñanza secundaria y seguir una política de fomento de las carreras universitarias de ciencias.

1.7

En aras de la simplificación, el CESE desea que se establezcan unas convocatorias en las que estén más claros el régimen, el tipo de actividad y la categoría de los participantes, una mayor flexibilidad y libertad de elección para los solicitantes y unas directrices sencillas para la gestión administrativo-financiera, especialmente para los acuerdos contractuales entre los participantes.

1.8

El CESE sugiere una evaluación constante sobre los beneficios de los procedimientos utilizados y de los procesos de control formal y de evaluación, así como, en los proyectos de desarrollo bien definidos, la incorporación de fases de verificación de las actividades y los resultados previstos en los puntos de control precisos y predeterminados del proyecto, junto con la asignación de los fondos y la subsiguiente evolución del propio proyecto.

1.9

El CESE propone llevar a cabo un esfuerzo particular para aplicar diversos indicadores que permitan medir realmente el rendimiento en términos de competitividad y desarrollo. Con estos indicadores de rendimiento de la investigación se debería medir la eficacia de las actividades financiadas para el progreso científico posterior y el desarrollo global de la UE y para orientar las prioridades en las futuras actividades.

2.   Los desafíos de la investigación europea

2.1

La tercera evaluación quinquenal (1999-2003) de los programas marco de investigación constituye un ejercicio de análisis de gran importancia por su amplitud y profundidad de contenidos (2). El CESE concuerda esencialmente con los análisis y recomendaciones que ha formulado el Grupo de expertos y que ha hecho suyos la Comisión. Habida cuenta del contexto de competencia global y de los objetivos de la Estrategia de Lisboa y del Consejo de Barcelona, el CESE resalta la necesidad y la urgencia de reflexionar acerca de las prioridades y los objetivos de fondo de la investigación comunitaria, especialmente con vistas a una mayor participación de los sectores productivos.

2.2

En la realidad actual el progreso técnico-científico y la innovación se realizan cada vez en mayor medida también mediante procesos de fertilización cruzada entre varias disciplinas, en amplia interacción pluridisciplinar entre universidades, empresas y mundo exterior, más que siguiendo exclusivamente el modelo linear en el que la innovación corresponde a la investigación de base (mayoritariamente en el ámbito académico), mientras que el desarrollo y la aplicación competen a la investigación industrial, modelo que ha guiado el desarrollo científico hasta los últimos años (3). Entre las características fundamentales de la actividad de investigación figuran la colaboración, el aprendizaje interactivo, la incertidumbre y el riesgo.

2.3

El modelo interactivo permite comprender el éxito de las agrupaciones (clusters) regionales: éstas constituyen un «sistema» capaz de influir positivamente en el comportamiento de las empresas y las universidades y de implantar un contexto sociocultural idóneo, un eficaz marco organizativo e institucional, una red de infraestructuras y unos sistemas reguladores adecuados frente a los desafíos competitivos.

2.4   El contexto de competencia global

2.4.1

Europa está haciendo frente a desafíos sin precedentes en términos de competencia global y potencial de crecimiento, donde se muestra menos eficaz no sólo en comparación con sus competidores tradicionales, sino también con los principales países emergentes. El gasto en I+D registra elevadísimas tasas de crecimiento, en particular, en India y China, con niveles máximos que se aproximan al 20 % anual en China: se calcula que este país alcanzará en 2010 los niveles comunitarios de I+D en relación con el PIB. Muchas empresas europeas invierten en China no sólo por lo reducido de sus costes, sino también por la favorable combinación de una mano de obra bien preparada y de unos mercados amplios y dinámicos para las tecnologías y los productos de alta tecnología (4). Dado que la investigación y la innovación son factores clave para dar respuesta a estos desafíos (5), Europa deberá movilizar los recursos financieros adecuados y toda su capacidad intelectual para fomentar la ciencia, la tecnología y la innovación (6).

2.4.2

Desgraciadamente, los datos más recientes resultan alarmantes: si el gasto de investigación permaneciera estable en torno al 1,9 % del PIB registrado en 2001, la proyección al 2010 del crecimiento anual correspondiente al período 2000-2003 permitiría llegar a una cuota del PIB únicamente del 2,2 %. Además, hay que tener en cuenta que la diversidad del PIB hace que las actividades de IDT en los Estados Unidos tengan una dimensión mucho mayor en términos absolutos y que, por lo tanto, sea más fácil alcanzar la masa crítica necesaria. El desfase entre el gasto en I+D europeo y el de sus principales competidores se debe especialmente a la menor contribución del sector privado (en 2002, este sector contribuía en un 55,6 % al gasto total en la UE, en comparación con el 63,1 % de Estados Unidos y el 73,9 % de Japón). Lo que resulta aún más preocupante es que el gasto privado en investigación se haya reducido en el mismo período y que las inversiones privadas europeas parezcan dirigirse hacia otras regiones del mundo que ofrecen mejores condiciones marco: durante el período 1997-2002, las empresas europeas han incrementado en un 54 % su gasto de investigación en los Estados Unidos, mientras que el flujo procedente de los EE.UU. hacia Europa ha aumentado únicamente en un 38 % (7).

2.5   Los objetivos fundamentales

2.5.1

El CESE se muestra de acuerdo con el análisis que ha llevado a determinar cuatro desafíos fundamentales:

atraer y recompensar a los mejores talentos;

crear un marco de elevado potencial para la IDT industrial y empresarial;

movilizar recursos a favor de la innovación y el crecimiento sostenible;

generar confianza en la ciencia y la tecnología.

2.5.2

El desafío fundamental lanzado en el Consejo de Barcelona, esto es, destinar el 3 % del PIB a la investigación de aquí al año 2010, y con ello aumentar en dos terceras partes el porcentaje de investigación financiada por el sector privado, implica cotejar y coordinar las políticas de investigación comunitarias y nacionales. Este objetivo sólo será posible si se logra que Europa atraiga más inversión en investigación, se mejora la eficiencia del sistema de investigación con unas condiciones marco idóneas, se favorece el efecto «palanca» del gasto público en la investigación privada y se incrementa la eficacia y coherencia de las políticas de investigación, tanto a escala comunitaria como nacional (8).

2.5.3

Basándose en los análisis efectuados en el proceso de evaluación y en los puntos de vista que han expresado numerosas partes interesadas, el CESE considera necesario intervenir de manera más incisiva y con acciones coordinadas entre la Comisión y los Estados miembros para mejorar unas condiciones que no son suficientemente propicias para las actividades de investigación. Se debe establecer un conjunto de resortes directos para fomentar la innovación y la competitividad del sistema a escala europea: la fragmentación y la escasa coordinación de los esfuerzos impiden alcanzar la masa crítica y el enfoque necesarios. Es necesario además llevar a cabo un amplio esfuerzo de comparación y coordinación tanto de las políticas nacionales de investigación como de las políticas de educación y desarrollo de los recursos humanos, de protección de la propiedad intelectual, de desarrollo de la innovación por medios fiscales, de colaboración constructiva y sinérgica entre universidades y empresas, etc.

2.6   Indicaciones sobre la futura política europea de investigación

2.6.1

El CESE se ha expresado en reiteradas ocasiones a favor de reforzar sustancialmente en el futuro el presupuesto europeo de investigación y, por lo tanto, ha reafirmado enérgicamente su apoyo a la propuesta de la Comisión de incrementar los fondos destinados al VII Programa marco y la perspectiva de un aumento aún mayor a largo plazo (9). La perspectiva surgida en el Consejo de aminorar su montante en gran medida, hasta reducirlo al 5 % del presupuesto general de la UE en lugar del 8 % previsto por la Comisión, ha suscitado reacciones negativas y se considera contradictoria con la prioridad de desarrollo que imponen los desafíos competitivos mundiales y que quedó recogida en la Estrategia de Lisboa.

2.6.2

El CESE ha apoyado en todo momento la creación de un Espacio Europeo de Investigación (10) (EEI) y ha coincidido en la oportunidad de instituir un organismo como el Consejo Europeo de la Investigación (CEI), que podría convertirse en un instrumento clave para promover la excelencia científica mediante una «investigación de frontera» determinada por un proceso «de abajo arriba». El Comité muestra su satisfacción ya que se han seguido sus recomendaciones, especialmente por lo que respecta a la autonomía del CEI y la composición de su Comité Científico, y reitera la importancia de lograr la participación de prominentes científicos procedentes también del mundo de la investigación industrial (11).

2.6.3

El CESE está de acuerdo en que es necesario un amplio abanico de acciones coordinadas para garantizar una integración óptima de los nuevos Estados miembros, aun cuando considera que no se han implantado los instrumentos suficientes a este fin. El proceso de transición que han vivido estos países durante el período de evaluación es una rémora a la hora de valorar cuáles son las acciones más idóneas para construir una economía basada sólidamente en el desarrollo del conocimiento y la investigación. Este enfoque orientado hacia el objetivo de «reforzar la investigación» en estos países tiene una significación particular, pero está orientado hacia la «producción de innovaciones» para hacer uso de los resortes de desarrollo que precisen.

3.   Consideraciones sobre las recomendaciones relativas al programa marco

3.1   La participación del sector privado

3.1.1

El CESE está de acuerdo con las recomendaciones del Grupo de expertos, y subraya en particular la importancia de contar con una mayor participación y un mayor compromiso del sector industrial como condición previa para alcanzar el objetivo del Consejo de Barcelona. El cumplimiento de este objetivo puede verse facilitado por una participación más activa del mundo económico en las decisiones estratégicas y en el establecimiento de aquellos ámbitos temáticos en los que pueda destacar en mayor medida la excelencia de la investigación europea.

3.1.2

Para garantizar esta participación, el CESE considera necesario un esfuerzo más centrado en la comunicación y en el compromiso de las empresas, las organizaciones y las asociaciones de productores para facilitar la participación de las PYME y elevar así el actual nivel de participación del 13 %, que no termina de ser satisfactorio. Por su naturaleza, el VII Programa marco y el Programa marco para la competitividad y la innovación no deben verse como alternativos, sino como complementarios y sinérgicos.

3.1.3

El CESE considera que no deberán modificarse sustancialmente ni los instrumentos tradicionales de financiación ni los instrumentos nuevos (12) que ya preveía el VI Programa marco a fin de evitar crear involuntariamente nuevos obstáculos para acceder a los instrumentos (como ya experimentaron los expertos al inicio del VI Programa marco) y, en su lugar, estima que deberán adaptarse en función de las experiencias para facilitar su uso.

3.1.4

Así pues, los «proyectos integrados» y los «proyectos específicos focalizados de investigación», utilizados preferentemente por las PYME, se perfeccionan para facilitar aún más su participación. Las plataformas tecnológicas y, en mayor medida, las iniciativas tecnológicas conjuntas son instrumentos que seguramente favorecen tal objetivo. Deberán desarrollarse las redes de excelencia, que cuentan con el apoyo y con una amplia participación de universidades y centros de investigación públicos, al objeto de fomentar considerablemente la participación industrial y en su calidad de instrumentos para incrementar la movilidad de los investigadores, con más y mejores intercambios entre el sector público y el privado.

3.2   La simplificación de la gestión y los procedimientos

3.2.1

La simplificación de la gestión y los procedimientos es un tema recurrente en cada renovación de los programas marco: en los últimos años se han introducido numerosas mejoras que van desde una serie de documentos sobre la simplificación hasta el consejo que actuará como caja de resonancia de los representantes de pequeñas entidades de investigación instituido por el Comisario Potočnik, aunque las propuestas concretas no parecen haber resuelto las dificultades ni los problemas con que se enfrentan los participantes.

3.2.2

Basándose en las experiencias recogidas por los expertos y directamente por las partes interesadas, el CESE propone que se recopilen de manera sistemática y se evalúen las dificultades que han encontrado los participantes en los proyectos del Programa marco en vigor, con vistas a proponer unos mecanismos más enfocados hacia la realidad actual. Ello podría favorecer la evaluación constante sobre los beneficios de los procedimientos utilizados y de los procesos de control formal y de evaluación.

3.2.3

Sería oportuno incorporar fases de verificación regular, en los proyectos de desarrollo bien definidos, de las actividades y los resultados previstos. Estas fases de verificación, como puntos de control precisos y predeterminados del proyecto, deberían ponerse en relación con la asignación de los fondos y la subsiguiente evolución del propio proyecto.

3.2.4

Con respecto a las modalidades de participación y la gestión administrativo-financiera, podrían ser útiles unas directrices mejor articuladas para una interpretación unívoca de los acuerdos contractuales entre los participantes, junto con una mayor flexibilidad y libertad de elección para los solicitantes y unas convocatorias en las que queden claros el régimen, el tipo de actividad y la categoría de los participantes.

3.2.5

Se da el caso de que existe un colectivo relativamente reducido de organizaciones que ha participado en diversas convocatorias y programas, frecuentemente en calidad de contratista principal, según las estimaciones en aproximadamente una quinta parte de los proyectos (13). Una concentración de estas características suscita alguna que otra preocupación: por un lado, manifiesta la dificultad de participar, especialmente, para quien se enfrenta por primera vez con una convocatoria de investigación y, por el otro, plantea una limitación para la puesta en práctica de nuevos proyectos destinados a innovaciones radicales de mayor riesgo (solicitados en la recomendación 2).

3.3   Incentivar la investigación

3.3.1

Las modalidades para incentivar la financiación privada en IDT siguen adoleciendo de una definición insuficiente y, por lo que parece, tampoco están bien establecidos los resortes del mercado necesarios para desencadenar un círculo virtuoso y sinérgico, motivo por el cual no estarán operativos en un plazo breve, como cabría desear. Da la impresión de que los incentivos fiscales, el reforzamiento de los derechos de propiedad intelectual, una mayor facilidad para las intervenciones de capital riesgo deben considerarse más como objetivos que como instrumentos operativos.

3.3.2

En particular, el CESE espera que se creen los instrumentos necesarios para impulsar el espíritu empresarial entre los investigadores europeos y que se instauren otros mecanismos (desde el capital riesgo o especulativo hasta la financiación correspondiente del BEI y los créditos a bajo tipo de interés para la investigación) con el fin de que los resultados de la investigación puedan traducirse más fácilmente en iniciativas empresariales concretas.

3.3.3

La recomendación de hacer más partícipes a las PYME de alta tecnología, plenamente compartida por el CESE como ya ha expresado en numerosos dictámenes anteriores, debe basarse en otros instrumentos específicos además de las iniciativas tecnológicas comunes, las plataformas tecnológicas y las oportunidades que brinda el programa «Ideas». El CESE espera que esto constituya un objetivo principal y sea objeto de especial atención a la hora de aplicar el método abierto de coordinación.

3.3.4

Para incentivar la investigación más innovadora y encaminada hacia la consecución de resultados competitivos, el CESE considera urgente que se aborden los aspectos que aún quedan por resolver en materia de derechos de propiedad intelectual: se trata, en particular, de la patente comunitaria, la patentabilidad de las invenciones llevadas a cabo mediante instrumentos informáticos en nuevos campos del saber, así como la plena aplicación de la Directiva sobre la patentabilidad de las invenciones biotecnológicas.

3.4   Los recursos humanos

3.4.1

El CESE considera prioritario aumentar el atractivo de las carreras científicas y técnicas mediante la valorización de la figura del investigador en el ámbito social, además del económico. La creciente tendencia a completar los cursos de postgrado y a desarrollar actividades de investigación en otros países, ya sea en un contexto académico o en cualquier otro, es una forma de movilidad seguramente positiva en el proceso de formación de los investigadores, ya que el intercambio de conocimientos y de métodos de trabajo constituye un proceso de enriquecimiento insustituible; sin embargo, se transforma en un factor crítico en el momento en que esta movilidad pasa a ser unidireccional cuando escasean en el país de origen las buenas condiciones de trabajo, carrera, prestigio social o una coherente apreciación económica que favorezca el regreso (14). Todos los Estados miembros de la Unión Europea han de ser atractivos para aquellos jóvenes que emprendan la carrera de investigador. Cabría desear, en particular, más facilidades para la entrada en la UE de nuevos recursos procedentes de países emergentes, incluidas la India y China, también a través de modalidades dirigidas de intercambio.

3.4.2

Todo apunta a que los programas relacionados con los recursos humanos y la movilidad no parecen ser suficientes para dar el salto cualitativo capaz de «atraer y recompensar a los mejores talentos», tal como reza el primer objetivo fundamental. No existen perspectivas claras que apunten hacia un estatus del «investigador europeo», algo que debería ser fundamental en una acción de este tipo.

3.4.3

Se deben implantar políticas innovadoras para resolver esta situación crítica. Es necesario invertir para desarrollar la formación universitaria en el campo científico y la ingeniería, lo que presupone impulsar las asignaturas de contenido más científico y técnico en los institutos de enseñanza secundaria y fomentar las carreras universitarias de ciencias. Al mismo tiempo hay que reducir la proporción de licenciados en estos ámbitos que no desempeñan una tarea acorde con los estudios que han cursado (situación negativa acentuada en los nuevos Estados miembros, Italia, Portugal y Austria), para favorecer una mayor presencia de personal femenino, especialmente entre los investigadores (representa poco más de un tercio del total, aunque suponga más del 63 % de los licenciados en materias científicas e ingeniería) (15), y para aumentar el atractivo de las carreras científicas.

3.4.4

El CESE considera que sería conveniente profundizar especialmente en este tipo de políticas, que son principalmente responsabilidad de los Estados miembros, en el ámbito del método abierto de coordinación, útil y aplicable a los sistemas de enseñanza superior y universitaria y de investigación, con vistas a incorporar las mejores prácticas, modalidades idóneas de evaluación entre pares (peer review), acciones concertadas entre los Estados miembros y las regiones, así como para determinar temas prioritarios de investigación internacional.

3.4.5

El porcentaje de investigadores en proporción a la población activa es muy inferior al que registran los países competidores (un 5,4 % en la UE frente al 9 % de los Estados Unidos y el 10,1 % de Japón, aunque este porcentaje no supera el 5 % en ninguno de los nuevos Estados miembros ni en ningún país del sur de Europa), y la edad de los trabajadores empleados en sectores científicos y tecnológicos comienza a ser motivo de preocupación (un 35 % se inscribe en el grupo de edad entre los 45 y los 64 años –en algunos Estados miembros este porcentaje supera el 40 %–, frente al 31 % que registra el grupo de edad entre los 25 y los 34 años) (16). Otro dato que también deberá llamar a reflexión es la estimación según la cual actualmente 150 000 investigadores europeos trabajan en los Estados Unidos y que para alcanzar el objetivo de Barcelona en la próxima década serán necesarios entre unos 500 000 y unos 700 000 investigadores más (17).

3.4.6

El CESE comparte la opinión del Grupo de expertos en el sentido de que es necesario ofrecer a los investigadores más autonomía y responsabilidades (respetando en todo momento los principios éticos), y al mismo tiempo garantizar una mayor notoriedad a las carreras científicas, una mayor movilidad interdisciplinaria y física, así como una integración del sistema de becas Marie Curie en los programas nacionales y regionales, y su utilización específica para incrementar la movilidad entre la investigación pública y privada.

3.4.7

Además, el CESE apoya el esfuerzo de la Comisión por crear una «Carta Europea del Investigador» (18), un primer paso en la dirección adecuada, aunque también opina que los Estados miembros deberán realizar un esfuerzo mayor y más coordinado para llevar a la práctica unos sistemas más eficaces y armonizados en materia de formación, carrera y retribuciones (incluidos los sistemas contributivos, de pensiones y fiscales) (19).

3.4.8

Resolver el tema de la confianza y la legitimación de la ciencia y la tecnología en Europa, al que el CESE concede gran importancia, es una de las condiciones para legitimar al investigador europeo y reconocer su actividad desde un punto de vista económico: aunque sólo sea con este objetivo, se ha de definir urgentemente una política activa y coordinada entre la Comisión y los Estados miembros, y dotarla de los instrumentos y recursos idóneos.

3.5   El proceso de evaluación

3.5.1

El CESE toma nota del considerable esfuerzo realizado por la Comisión para mejorar el proceso de evaluación, que se ha materializado en una serie de documentos para impulsar la actuación de los evaluadores. Por otra parte, existe un problema real en la lógica de la evaluación ex post: si se limita a verificar la coherencia formal con los objetivos, se corre el riesgo de perder de vista el verdadero objetivo estratégico, que es evaluar el impacto estructural de los programas marco en el panorama económico y de investigación de la UE, las prioridades que hay que cumplir, con su consiguiente asignación financiera.

3.5.2

El CESE propone aplicar diversos indicadores que deberían medir realmente el rendimiento en términos de competitividad y desarrollo. Estos indicadores de rendimiento de la investigación deberían permitir medir la eficacia de las actividades financiadas para el desarrollo global de la UE y dirigir las futuras actividades de modo coherente con las prioridades establecidas. No obstante, el CESE es consciente de que ninguna evaluación automática puede sustituir al juicio de los expertos adecuados, diferenciado y adaptado a cada situación.

Bruselas, 17 de mayo de 2006.

La Presidenta

del Comité Económico y Social Europeo

Anne-Marie SIGMUND


(1)  Five-Year Assessment of the EU Research Framework Programmes 1999-2003, Comisión Europea, DG Investigación, 15 de diciembre de 2004.

(2)  El proceso de evaluación viene acompañado de numerosos documentos e informes, disponibles públicamente en http://forum.europa.eu.int/Public/irc/rtd/fiveyearasskb/library.

(3)  Véase Keith Smith, «The Framework Programmes and the Changing Economic Landscape», Comisión Europea, CCI/IPTS, Sevilla, diciembre de 2004, pp. 11-12.

(4)  Prólogo de J. Potočnik, Key Figures 2005. Towards a European Research Area: Science, Technology and Innovation, Comisión Europea, DG Investigación, 2005, p. 5.

(5)  El CESE ha abordado ampliamente esta cuestión en diversos dictámenes, el más reciente de los cuales se refiere al Séptimo Programa Marco de la Comunidad Europea de Acciones de Investigación, Desarrollo Tecnológico y Demostración (INT/269, CESE 1484/2005), de 14 de diciembre de 2005 (ponente: Sr. WOLF), puntos 2.2, 2.3 y 2.4. DO C 65 de 17.3.2006

(6)  Véase la introducción del Presidente Erkki Ormala; a Five-Year Assessment of the EU Research Framework Programmes 1999-2003, cit.

(7)  Datos extraídos en su totalidad del documento Key figures 2005, cit, pp. 9-10.

(8)  Véase Key figures 2005 (p. 3).

(9)  INT/269 - CESE 1484/2005, punto1.4 (p. 2) y puntos 4.1-4.6 (pp. 9-10) DO C 65 de 17.3.2006.

(10)  Véanse INT/246 — CESE 1647/2004, DO C 156, de 28.6.2005, Dictamen sobre la «Comunicación de la Comisión: La ciencia y la tecnología, claves del futuro de Europa (ponente: Sr. WOLF) y el dictamen complementario sobre el mismo tema CCMI/015 — CESE 1353/2004 (ponente: Sr. VAN IERSEL, coponente: Sr. GIBILLIERI)».

(11)  INT 269 — CESE 1484/2005, punto 4.11. DO C 65 de 17.3.2006.

(12)  Véase al respecto el dictamen sobre este asunto que está elaborando el CESE (INT/309).

(13)  Five-Year Assessment, p. 7.

(14)  El CESE se ha expresado en numerosos dictámenes acerca de esta cuestión; el más reciente de ellos es el documento INT/269 — CESE 1484/2005, puntos 4.12 y siguientes. DO C 65 de 17.3.2006

(15)  Key figures 2005, cit. pp. 53-57.

(16)  Key figures 2005, pp. 47-51.

(17)  Key figures 2005, pp. 12.

(18)  Recomendación de la Comisión, de 11 de marzo de 2005, relativa a la Carta Europea del Investigador y al Código de conducta para la contratación de investigadores, DO L 75/67 de 22.3.2005.

(19)  Véase el Dictamen del CESE sobre la Comunicación de la Comisión «Los investigadores en el espacio europeo de la investigación: una profesión con múltiples carreras»: CESE 305/2004 (ponente: Sr. WOLF), DO C 110 de 30.4.2004.


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